Todo lo que debes saber para disfrutar aún más del jamón y la paleta.

FAQs Preguntas Frecuentes

Antes de cortarlo, si lo quieres guardar durante una o dos semanas, déjalo en la caja original y resguárdalo del sol (dentro de la caja, el jamón viene envuelto en una funda de algodón especial forrada con papel de cera). Para almacenarlo durante más tiempo, lo mejor es sacar el jamón de su embalaje y colgarlo. En ambos casos, lo mejor es mantenerlo fuera de la luz solar directa a una temperatura ambiente entre los 15ºC y 22ºC. Una vez que ya has empezado ha cortado, debes dejarlo en el soporte del jamonero.
Puedes mantener tu jamón en perfecto estado durante dos meses o más a una temperatura ambiente constante guardarlo en un jamonero o bien colgado. Lo ideal es cortarlo regularmente para evitar que se seque. Un buen truco para mantenerlo fresco y tierno es cortar la primera capa de grasa blanca y con ella cubrir las partes cortadas. Así la grasa lo mantiene fresco. Otros tips para la conservación son: Lugar adecuado: Coloca el jamón en un lugar fresco, seco y bien ventilado, con temperaturas entre los 15ºC y 20ºC. Un ambiente con poca humedad es ideal para evitar que el jamón se deteriore. Posición del jamón: Lo más común es colocarlo en un jamonero, con la pezuña hacia arriba si se va a consumir de forma habitual, o hacia abajo si se va a guardar durante un tiempo. Protección de la superficie cortada: Cuando acabes de cortar el jamón, cubre la zona expuesta con grasa de la misma pieza para evitar que se reseque, coloca un papel film para evitar que entre el oxígeno, esto hará que no se oxide, y cúbrelo con un paño de algodón limpio y transpirable para evitar que penetre la luz.
Ni los jamones enteros ni las paletillas necesitan refrigeración, excepto si los compra deshuesados o cortados en lonchas. Entonces sí, es mejor guardarlos en el frigorífico para su conservación y una vez abierto el paquete.
Sí. Es muy difícil cortar un jamón entero o una paletilla sin él. Usted puede comprar jamoneros básicos y profesionales en nuestra sección de accesorios.
Los jamones enteros pesan entre 7 y 10 Kg. Alrededor del 50% de este peso es jamón, el resto es deshecho (piel, grasa y hueso). Las paletillas tienen algo más de merma, sobre un 60%, ya que tienen más hueso que el jamón proporcionalmente.
Si te preguntas cuánto jamón deberías comprar, depende del tipo de ocasión y del apetito de los comensales. Si quieres ofrecerlo como aperitivo, unos 50 gr por persona es una cantidad ideal para ir abriendo el apetito. Sin embargo, si lo vas a servir como parte de una comida principal o una ración más completa, alrededor de 100 gr por persona sería una buena referencia. Así te aseguras de que cada invitado pueda disfrutar de una porción generosa sin quedarte corto. ¡Siempre es mejor tener un poquito de más, porque el jamón es algo que nunca sobra!
Consulta nuestro asesor que te guiara según tus preferencias, gustos y necesidades. Aquí.
Ambos jamones son auténticas delicias, pero la principal diferencia entre el jamón serrano y el jamón ibérico radica en la raza del cerdo y en su alimentación. El jamón serrano proviene de cerdos blancos, que pueden ser de distintas razas (normalmente la Duroc o Large White). Estos cerdos suelen ser criados en granjas y su dieta está basada en cereales y piensos. El proceso de curación es más corto, generalmente entre 9 y 12 meses, lo que da como resultado un jamón de sabor suave, con menos infiltración de grasa. Este es el jamón que muchos conocen y consumen a diario en España. El jamón ibérico, por otro lado, proviene de cerdos de raza ibérica, caracterizados por su capacidad de infiltrar la grasa dentro del músculo. Esta raza es exclusiva de la Península Ibérica. Dependiendo de la alimentación del cerdo, encontramos diferentes tipos de jamón ibérico: los más apreciados son los de bellota, alimentados principalmente con bellotas durante la montanera, mientras que los de cebo son alimentados con piensos y cereales. La curación del jamón ibérico es mucho más larga, entre 24 y 36 meses o más, lo que resulta en un jamón de sabor mucho más intenso, con una textura más jugosa y un aroma incomparable.
En nuestra tienda, los jamones se venden en rangos de peso con una diferencia entre piezas de 0,5 kg. Esta aproximación es necesaria porque resulta prácticamente imposible controlar el peso exacto de cada pieza una vez que se ha completado el proceso de curación. Durante el secado, el jamón puede perder peso de manera desigual, dependiendo de factores como el clima, la ubicación en la bodega y la propia composición de la pieza. Los rangos que utilizamos nos permiten ofrecerte una estimación lo más precisa posible del peso final del jamón que recibirás, garantizando siempre que la calidad y el sabor del producto estén a la altura de tus expectativas. Por eso, al elegir el tamaño de tu jamón, puedes estar seguro de que el peso estará dentro del rango indicado, asegurándote una compra justa y transparente.
Si planeas consumirlo en pocos días, empieza por la maza (la pezuña mirando hacia arriba). Si prefieres conservarlo más tiempo, empieza cortando por la babilla (la pezuña mirando hacia abajo).
Si notas exceso de grasa, puedes retirar una parte antes de servir. Si es un problema de calidad, consulta nuestra política de devolución. Aquí.
Saber si un jamón está bien curado implica observar ciertos aspectos clave. A nivel visual, la carne debe tener un color rojo brillante y uniforme, con la grasa bien distribuida, mostrando un tono amarillo claro. Un buen curado garantiza que no haya zonas crudas ni excesivamente secas. Al tacto, la textura del jamón debe ser firme, pero no dura ni blanda, y en cuanto al sabor, debe ofrecer un equilibrio perfecto entre salinidad e intensidad, sin sabores amargos o rancios. Un jamón bien curado refleja un proceso de curación cuidadoso, donde el tiempo en bodega ha permitido que se desarrolle su sabor característico sin apresurarlo ni prolongarlo en exceso.
La diferencia principal entre el jamón y la paleta radica en su origen dentro del cerdo. El jamón proviene de las patas traseras, que son más grandes y musculosas, mientras que la paleta se obtiene de las patas delanteras, que son más pequeñas. Esto influye en varias características del producto. El jamón suele tener un mayor tamaño y, al estar más musculado, ofrece un corte más limpio y jugoso. Por otro lado, la paleta, al ser más pequeña y con mayor presencia de hueso, tiende a tener un sabor más intenso y sabroso, y un veteado de grasa más pronunciado, lo que le aporta su carácter especial. Además, la curación de la paleta es más corta que la del jamón, debido a su tamaño más reducido. En cuanto a precio, las paletas suelen ser más económicas debido a su menor tamaño y rendimiento, pero ambas son opciones deliciosas dependiendo de la preferencia del consumidor.
El jamón ibérico de cebo proviene de cerdos de raza ibérica que se crían en un entorno más controlado en comparación con el jamón ibérico de bellota. Estos cerdos son alimentados principalmente con piensos de cereales naturales, lo que influye en el sabor y la textura del jamón. Aunque no se benefician de la montanera, la alimentación y el cuidado en su crianza siguen siendo importantes para garantizar una buena calidad del producto. La denominación "cebo" se refiere a la forma de alimentación de estos cerdos, que no se alimentan de bellotas como los que producen el jamón ibérico de bellota. A pesar de ello, el jamón ibérico de cebo sigue siendo un producto de calidad, con un sabor y una textura que lo hacen muy apreciado en la gastronomía. Esta opción más accesible que el de bellota, pero sin sacrificar completamente la calidad, ya que la raza ibérica y la crianza adecuada continúan siendo factores determinantes en su elaboración.
El jamón de cebo de campo es un tipo de jamón ibérico que proviene de cerdos criados en libertad, pero con un régimen alimenticio que combina tanto la bellota como piensos. Estos cerdos se alimentan de hierba y otros recursos naturales en el campo, lo que les proporciona un sabor más distintivo en comparación con los cerdos criados exclusivamente en granjas. Este tipo de jamón se caracteriza por su grasa infiltrada, que aporta un sabor suave y una textura jugosa. Aunque no alcanza la calidad de los jamones de bellota, el jamón de cebo de campo sigue siendo una opción popular y sabrosa entre los amantes del jamón ibérico, ya que ofrece una excelente relación calidad-precio.
El jamón ibérico de bellota es considerado el más prestigioso dentro de la gama de jamones ibéricos. Proviene de cerdos de raza 100% ibérica que se alimentan principalmente de bellotas en la dehesa durante la montanera, que es el período en el que los cerdos pastan libremente en las áreas boscosas. Esta dieta rica en bellotas, junto con la actividad física de los cerdos, contribuye a la calidad excepcional del jamón, dándole un sabor intenso y una textura muy apreciada. Para ser etiquetado como "jamón ibérico de bellota", el producto debe cumplir con una serie de requisitos, incluyendo la pureza racial del cerdo, que debe ser al menos del 50% ibérico, y un proceso de curación que puede variar entre 24 y 48 meses. Esta larga curación, junto con la alimentación de bellota, resulta en un jamón con un nivel alto de grasa infiltrada, lo que le confiere su característico sabor dulce y su jugosidad. En resumen, el jamón ibérico de bellota es un producto de alta calidad, resultado de la crianza de cerdos en libertad y su alimentación natural, lo que lo convierte en una delicia gourmet muy valorada en la gastronomía española.
El jamón ibérico es considerado un alimento saludable cuando se consume con moderación. Este producto, rico en proteínas de alta calidad, grasas saludables y minerales, ofrece varios beneficios para la salud. Composición Nutricional: El jamón ibérico contiene ácidos grasos monoinsaturados, principalmente ácido oleico, que son beneficiosos para la salud cardiovascular. Estos ácidos grasos pueden ayudar a reducir el colesterol LDL (el "malo") y aumentar el colesterol HDL (el "bueno"). Además, el jamón ibérico es una fuente rica de hierro, zinc y vitaminas del grupo B, que son esenciales para el funcionamiento óptimo del organismo. Propiedades Antioxidantes: La alimentación de los cerdos ibéricos, que incluye bellotas y pasto, contribuye a la presencia de compuestos antioxidantes en el jamón, como los polifenoles. Estos antioxidantes son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para proteger las células del daño oxidativo. Moderación en el Consumo: A pesar de sus beneficios, es importante tener en cuenta que el jamón ibérico es un producto curado que puede tener un alto contenido en sodio. Por lo tanto, se recomienda consumirlo con moderación, especialmente en personas con hipertensión o problemas de salud relacionados con el consumo de sal. Para obtener información más detallada sobre los beneficios y la composición del jamón ibérico, puedes consultar fuentes confiables, como: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España Fundación Española del Corazón Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI)
El moho en los jamones, especialmente en aquellos de alta calidad como el ibérico, puede ser un fenómeno normal y no necesariamente un signo de deterioro. Este moho se desarrolla debido a varios factores relacionados con el proceso de curación y las condiciones ambientales. Curación Natural: Durante el proceso de curación, el jamón se expone al aire, lo que permite el desarrollo de microorganismos naturales. Estos microorganismos pueden incluir mohos que forman parte del proceso de maduración y que ayudan a desarrollar el sabor y aroma del jamón. Ambiente Controlado: En muchas bodegas de curación, se controlan las condiciones de temperatura y humedad, lo que favorece la formación de ciertas variedades de moho que protegen el jamón y contribuyen a su sabor. Estos mohos son generalmente seguros para el consumo, aunque se recomienda retirar la capa superficial si se presenta en exceso. Aislamiento del Producto: Los jamones con moho suelen haber estado más expuestos a la humedad y al aire en el secadero, lo que favorece el crecimiento de este hongo, ayudando a su curación y desarrollo de los matices en el producto.
Consulta nuestro video tutorial para iniciado. Utiliza un buen jamonero, y usa un cuchillo jamonero bien afilado. ¡La práctica te convertirá en un experto!
Recomendamos consultar a tu médico, pero en general, los jamones curados no están cocidos.
Sí, ofrecemos opciones de empaquetado especial para regalos y envío a domicilio indicado. Ponte en contacto con nosotros a través del correo info@holaspanishham.com.
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